En un profundo rincón de mi ser, habita una pequeña persona...
Aprendí a escucharla sin prestarle mucha atención.
La Loca está despeinada, acurrucada en una esquina de mi mente, me mira desafiante, con ira, con furia, es capaz de todo, pero está atada, atada al poste de mi conciencia.
Aunque todavía tiene algún vestigio de poder, y si me sorprende distraída, La Loca me atrapa y me sacude y me deja fuera de combate por un rato. Pero la domino y vuelve a sentarse solita en el rincón.
Supongo que mas de uno tiene a La Loca atada, aunque más de uno tambien vive con La Loca suelta...
Atrevete, ata a la loca al poste de la conciencia, y viví con la atención plena en lo maravilloso q tiene la vida, este regalo tan divino que se llama, tan simplemente, PRESENTE...un maravilloso obsequio que La Loca no sabe disfrutar.
ATRAPALA.
